Vuelvo a escribir las sabias palabras de nuestro Señor Jesucristo, que la Ing. Karina Astudillo escribó en el blog de Ricardo Cedeño, que nos conducen a una gran reflexión:
"Todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás" (Juan 11, 26)
martes, 16 de junio de 2009
En el primer mes de su fallecimiento
Fue muy difícil para mi, y pienso que para muchos de los que somos parte de la Facultad de Ingeniería Eléctrica y Computación, el enterarnos el día 19 de mayo del 2009 del fallecimiento de nuestro muy querido padrino, el Señor Don Hugo Santiago García Parrales.
A mi querido Padrino yo lo conocí en el mes de Mayo de 1995. En ese tiempo el laboraba en el área del ciclo básico. Desde ese momento el estuvo siempre pendiente de mi. Me ayudaba a subir las escaleras, al finalizar las clases también me ayudaba a bajarlas, en fin, el siempre me ayudaba desinteresadamente en cualquier situación. Conversabamos de muchas cosas, nos reíamos, en fin la pasabamos muy bien. Tenía él un buen sentido del humor.
En mayo del 2002 me lo volví a encontrar, pero esta vez en la FIEC. Me dio muchísimo gusto verlo nuevamente. Pero está vez fue diferente, ahora me ayudaba más todavía. Yo le decía: "Padrinito no sea malo hágame un favor, me puede llevar allá al otro edificio, es que yo no puedo solo"; y el me contestaba "Ya ahijadito con todo gusto, déjeme terminar este trabajito y nos vamos". Y así infinidad de veces. Ahora le costaba más trabajo, pero el lo hacía. Por eso mis recuerdos son inolvidables. Es una de las mejores personas que he conocido.
Estoy con lágrimas en los ojos pues se que no lo volveré a ver, tengo que conformarme con las imágenes que recorren mi mente, imágenes muy gratas y que me hacen sentir mejor.
Estamos al borde de cumplirse un mes, por eso en estos días todos debemos recordarlo más, esa debe ser una forma de rendirle un homenaje al que en vida fue el Señor Don Hugo García Parrales. Paz en su tumba.
A mi querido Padrino yo lo conocí en el mes de Mayo de 1995. En ese tiempo el laboraba en el área del ciclo básico. Desde ese momento el estuvo siempre pendiente de mi. Me ayudaba a subir las escaleras, al finalizar las clases también me ayudaba a bajarlas, en fin, el siempre me ayudaba desinteresadamente en cualquier situación. Conversabamos de muchas cosas, nos reíamos, en fin la pasabamos muy bien. Tenía él un buen sentido del humor.
En mayo del 2002 me lo volví a encontrar, pero esta vez en la FIEC. Me dio muchísimo gusto verlo nuevamente. Pero está vez fue diferente, ahora me ayudaba más todavía. Yo le decía: "Padrinito no sea malo hágame un favor, me puede llevar allá al otro edificio, es que yo no puedo solo"; y el me contestaba "Ya ahijadito con todo gusto, déjeme terminar este trabajito y nos vamos". Y así infinidad de veces. Ahora le costaba más trabajo, pero el lo hacía. Por eso mis recuerdos son inolvidables. Es una de las mejores personas que he conocido.
Estoy con lágrimas en los ojos pues se que no lo volveré a ver, tengo que conformarme con las imágenes que recorren mi mente, imágenes muy gratas y que me hacen sentir mejor.
Estamos al borde de cumplirse un mes, por eso en estos días todos debemos recordarlo más, esa debe ser una forma de rendirle un homenaje al que en vida fue el Señor Don Hugo García Parrales. Paz en su tumba.
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